2014, un año lamentable para los derechos humanos en México
El 2014 ha
sido uno de los peores años en la historia de México para los derechos humanos.
La tragedia humanitaria que se vive en el país desde hace algún tiempo ha sido especialmente
visibilizada por medios nacionales e internacionales a raíz de la desaparición
forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, sin embargo, el Estado tiene una
deuda pendiente con las miles de víctimas de la violencia desde hace años.
En el marco
del Día Internacional de los Derechos Humanos que se conmemora el 10 de
diciembre, es nuestro deber denunciar una vez más la grave situación que se
vive en el país derivada de un casi inexistente Estado de Derecho y un gobierno
que bajo el pretexto de combatir al narcotráfico y la implementación de
políticas de seguridad ha derivado en sistemáticas
violaciones a derechos humanos: asesinatos de periodistas, desapariciones,
desapariciones forzadas, feminicidios, tortura, abuso de autoridad,
criminalización de la protesta, persecución y hostigamiento a defensores de
derechos humanos, trata de personas, ejecuciones extrajudiciales y una gama de
delitos que laceran nuestra sociedad.
Hoy, México
se convulsiona por la indignación no sólo nacional, sino también la condena de
la comunidad internacional que exige justicia y verdad para las víctimas y un
gobierno que garantice el respeto irrestricto a los derechos humanos y los
tratados internacionales que ha suscrito.
En este Día
Internacional de los Derechos Humanos consideramos importante mencionar también
el caso Tlatlaya, en donde 22 personas fueron ejecutadas extrajudicialmente por
miembros del Ejército. Este hecho fue considerado por Human Rights Watch como
uno de las “peores atrocidades”
que se han visto en México y que nos recuerda a los crímenes de lesa humanidad
cometidos por el Ejército durante la mal llamada “Guerra Sucia”, la masacre de
Aguas Blanca, Acteal y otras que han quedado en la impunidad.
El gobierno de Enrique Peña Nieto debe dar cuenta a
la sociedad sobre los casos Tlatlaya, Ayotzinapa y las más de 22 mil personas
desaparecidas en todo el país, llevando las investigaciones hasta sus últimas
consecuencias y reparando el daño a las víctimas, además de poner en práctica
políticas efectivas de atención y prevención de la violencia social de la que
es partícipe y que seguimos dolorosamente padeciendo.
México es
parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y por ello está obligado
a respetar, aplicar y promover la Declaración Universal de Derechos Humanos,
proclamada en 1948, así como todos los acuerdos y tratados firmados y
ratificados.
La vigencia de los derechos humanos requiere la
decidida erradicación de la impunidad y corrupción en México, y un alto a toda
simulación gubernamental. Es inaceptable que a 66 años de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, los derechos en México continúen en franco
retroceso.
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Asociación de
Familiares de Detenidos Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos
en México (AFADEM-FEDEFAM), Guerrero.
Asociación Esperanza
contra la Desaparición Forzada y la Impunidad, Baja California, Sinaloa y
Sonora.
Centro para el
Desarrollo Integral de la Mujer, A.C. (Cedimac), Cd. Juárez, Chihuahua.
Ciudadanos en Apoyo a
los Derechos Humanos, A.C. (CADHAC), Monterrey, Nuevo León.
Comité de Familiares
de Personas Detenidas Desaparecidas en México Alzando Voces (COFADDEM),
Morelia, Michoacán.
Colectivo por la Paz,
región Xalapa, Veracruz.
Comité de Familiares
de Detenidos Desaparecidos Hasta Encontrarlos, Distrito Federal y Oaxaca.
Comité de Derechos
Humanos de Derechos Humanos de Nuevo Laredo (CDH Laredo), Tamaulipas.
Red Ciudadana de No Violencia y Dignidad Humana, Cd.
Juárez, Chihuahua
VIDA, Torreón, Coahuila.
Zacatecanos por la Paz, Zacatecas